Posturas ante la vida Las actitudes vitales son más permanentes que los estados del ego. Conforme los individuos maduran, realizan suposiciones sobre ellos mismos y sobre los demás. Se consideran a sí mismos como bien o mal, y consideran a los demás como bien o mal. Existen pues cuatro posturas posibles: «Yo estoy bien, tú estás bien», «Yo estoy bien, tú estás mal», «Yo estoy mal, tú estás bien» y «Yo estoy mal, tú estás mal». El sentirse bien se asocia con una sensación de poder, valor personal, bienestar, capacidad y ser adorable. La sensación de estar mal procede de un sentido de incapacidad, debilidad, inutilidad, desesperanza, ansiedad y de ser insignificante y no merecer amo Las personas han desarrollado una postura ante la vida básica al principio de la niñez, que tiende a ser reforzada por las percepciones selectivas del individuo y las reacciones frente a las experiencias. En la postura de yo estoy bien tú estás bien, los individuos se sienten interdependientes unos de
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